jueves, 25 de junio de 2015

Sueño Libidinoso con Alexis Sanchez



Como todos los chilenos anda en la onda "futbolera”. Siempre he encontrado al "futbolistos de copa América 2015" unos flaite irresponsable, inmaduro y farrero que se jodió su propia carrera por vividor, siempre me ha provocado rechazo tanto tatuaje y futbol, que juntos. Son claro signo de un estilo de vida particular... similares al que se dice. Si ves un auto último modelo que vale como 30 millones de pesos tienes 3 alternativas: 

a) un tipo suertudo que se ganó el premio mayor de la lotería 
b) traficante 
c) futbolista


Pero todo cambió cuando juga la selección. Pero de tanto escuchar movimientos, nombres, lugares, historia, jugadas y cuanta lesera se les ocurra la información me entró por osmosis... 


Pero ustedes se preguntarán ¿qué tiene que ver eso con Alexis Sanchez? ¡Todo! porque con este tipo que yo siempre he considerado lo último, me hizo pecar en pensamiento... ni yo me la puedo creer. Si hubiera sido David Beckham lo habría entendido pero no este futbolista... give me a break!!! Debo confesar que la cosa cambia, para mi gusto, pero jamás de los jamaces en mi vida había estado en mi pensamiento o en alguna de mis andanzas pasadas... no había pensado en otro hombre de manera libidinosa hace tiempo, meses, y ahora, sin quererlo, en vez de hacer el amor con un ex o un actor cerraba los ojos y lo hacía con el "jugador más sexy de la copa América 2015" y fue extremadamente exquisita la sensación... deduzco que esto se debió a que estoy acostumbrada a ser una mujer que intimida con varios hombres en un período de tiempo determinado y el verme en el régimen sin nada, ha sido una vivencia nueva de la que no estaba habituada... sin duda que el cuerpo y la mente no consciente me quieren decir algo: que vuelva a hacer lo mío, lo que sé hacer bien, sin ataduras ni pasadas de rollos, que vuelva a vivir la emoción de algo casual y si te he visto no me acuerdo... 
Volviendo al sueño libidinoso una vez más, lo busqué con algo de desesperación, estaba anhelante y deseosa de ver su figura masculina y segura, perfecta e inigualable que tanto placer le da a mi vista y a mis sentidos


... solo él podía calmar mis anhelos secretos, solo él podía calmar la sed y la ansiedad que consumía mi interior, solo él sabía exactamente como complacer mis deseos y las posiciones correctas para hacerme llegar al cielo ... pero no estaba, lo busqué pero no lo encontré ... la desesperación por verlo y estar en su compañía hicieron que mi cuerpo se inquietara y los deseos carnales por su presencia aumentaron mi deseo sexual a niveles incontrolables, estaba acalorada y la lujuria por él me habían sensibilizado al contacto y cualquier tipo de sensación a niveles incontrolables ... estaba desesperada y mi líbido aumentada a niveles máximos me carcomian lentamente, mi sexo latía con desesperación por él, solo por él y para él, estaba al borde de un abismo y aunque podía recurrir a otros métodos para saciar mi sed mi cuerpo solo exigía que él fuera quien saciara la ansiedad y la lujuria que su masculinidad habían despertado en mi cuerpo pequeño y delicado ... su fuerza era tal que podía quebrarme pero siempre era suave preocupándose de los deseos de quien estuviera compartiendo esos momentos sexuales a su lado ... su sola presencia llenaban todos los espacios y su sonrisa despertaba la líbido de todo aquel, hombre o mujer, que tuvieran la dicha de contemplar la luz de su ser y supiera que era un ser dedicado a complacer y para complacer, su vida era la actuación y su trabajo era la imitación del amor y pese que quienes lo habíamos experimentado sabíamos la diferencia, él con maestría propia de un hombre que ha tenido muchas vivencias nos confundía hacíandonos pensar que era amor de verdad cuando en su ser era tan solo placer sexual ... y así nos hacía pensar e imaginar a todos quienes veíamos su increíble presencia caminar con la seguridad de quien se sabe admirado y deseado ... él era mi sueño y mi obsesión sexual, no quería nada más que otro encuentro sexual junto a su presencia mágica y delicada, no había amor ni querer, solo sexo y solo él podía calmar el fuego de mi interior ... pero no aparecía, recorría todos los lugares que él acostumbraba a aparecer y no aparecía ... y como la luz de un amanecer, recurrí a la última instancia y ahí estaba, sonriendo como siempre, seductor, hermoso y masculino como solo él sabe ser, esperando las instrucciones, esperando la guía para comenzar y entregarse al arte del placer y la complacencia ... ahí estaba en esa Alexis S. yo acostumbraba a recurrir para masturbarme y entregarme al placer mientras contemplaba dichosa la actuación del futbolista que tanta lujuria me provocaba y que me imaginaba estar compartiendo un polvo perfecto... 
"Y así, entre la ficción y la realidad... era yo una vez más quien tenía sexo con él, con ese que tenía intimidad una y otra vez Futbolista con diferentes partners que siempre eran yo misma, poniéndome en una y otra posición deliciosa y llevándome al éxtasis de tanto placer y tanta entrega para ser solo una más de las simples películas xxx que tanto adoro."

sábado, 20 de junio de 2015

Educando a mi clítoris



No me sorprende la incapacidad de la hembra de hablar sobre sexo. No hablo de la conversación típica sobre si te tiraste o no a alguien, sino de la profunda respecto de la calidad de la performance, donde tienes la posibilidad de recibir consejos sobre tener mejores orgasmos. Nos enseñaron a callar, a ser permisivas, a ser “finas, educadas y elegantes” y sólo estar para el deguste del macho.

El porqué no me sorprende es muy obvio. Estudié en un estricto y formal colegio, en mi familia no se habla de sexo y algunos aún me quieren desheredar por escribir en este blog sobre mis historias de cama. Cada vez que digo pico o pene me asesinan con la mirada, aunque hay algunos disidentes que tratan de llevarme el paso, pero sólo tratan. Mis amigas eran poco dadas a conversar sobre estos temas y mucho de lo que aprendí fue gracias a tremendos personajes que pasaron por mis sábanas o bien leyendo a escondidas cuando internet se demoraba horas en cargar una página.

Tuve malos polvos... malos... ¡¡¡malos!!! De esos donde te le quedas mirando tratando de descubrir si se habrá dado cuenta que no se paraba y que en realidad no estabas sintiendo nada. O que llegaban, te rasgaban los calzones y te lo metían como su fueras sólo un cuerpo y no una hembra.

Muchas veces callé. Callé por ignorancia, por vergüenza, por miedo, por no hacerlos enojar, porque no sabía cómo reaccionar, porque no sabía tampoco cómo hacerlo mejor. No me conocía. No entendía la potencia de mi clítoris, lo desatado de mis besos, la necesidad del roce en mi piel, la locura de mi lengua en búsqueda. No sabía pedir... ¿pedir qué? ¿un orgasmo a secas? No, toda petición debe ir acompañada de una pequeña explicación:


*Un poquito más a la derecha, un poco más abajo... ¡sí! ése es mi clítoris y cada vez que lo tocas siento cómo se descarga mi piel en olas de pasión incomprensibles e inexplicables.
*¡No! no tan fuerte por favor... si rozas suavemente mis pezones, se conectan con mi clítoris y dilatan mi vagina.
*Amo cuando tu lengua roza mis orejas y cuando me dices palabras cochinas susurradas con tu aliento caliente... Cada vez que lo haces siento cómo me embargan mis propios fluidos en la entrepierna.
*Agárrame del pelo mientras me penetras, no fuerte! desde la nuca, como si no quisieras que me marchara de ahí... si lo haces, mi entrepierna late en contracciones que embargan mi cuerpo de placer.


He descubierto la satisfacción a través de las palabras, pero esas palabras vienen del autoconocimiento... la masturbación ha sido clave para comprender que si hablo con el macho que me calienta por la vía que sea, unos roces a mi clítoris puede llevarme al orgasmo rápidamente. Necesito de la imagen, de la palabra, de la seducción. Necesito sentirme ferozmente deseada.

El sexo no es sólo penetración, por favor no vengan a metérmelo como se mete un helado en la boca, si no me han preparado y excitado antes. Soy de juego, de revoloteo, de hormonas desatadas, de mantener el calor de la entrepierna por un rato. Me gusta quedarme quieta para sentir la turgencia de mi compañero adentro mientras late acompasadamente a mis propias contracciones. Me gusta cuando mis pezones se yerguen al contacto con la lengua. Cuando... cuando tantas cosas... con un hombre que me calienta soy capaz de hacerlo todo, cualquier cosa... “mételo dónde quieras y cómo quieras” es mi frase favorita.

He tenido malos polvos... pero he tenido buenos también. Fueron buenos cuando comencé a leer, a preguntar, a explorarme. El día que decidí que una cacha puede ser sólo un polvo al aire, pero como es mi decisión tengo que gozarla, por lo que nunca más iba a fingir un orgasmo ni a quedarme callada. Me responsabilizo primero por mis orgasmos... y desde ahí puedo hacer gozar a mi compañero.

La libertad... bendita libertad de pedir y gozar... hablando, gimiendo... no toda la responsabilidad es del macho. Muchas veces cuando no nos escuchan es porque no nos hacemos entender.

Tacto, tino... no, no han sido mis compañeros en la vida... pero el macho que comparte mi lecho debe saber entender. Para mi siempre en la cama hemos sido dos...
 

texto de la #perversas

martes, 16 de junio de 2015

De vueltas a las pistas


No sé en qué momento de mi vida reconocí que soy una perversa, me encanta el sexo ¡amo el sexo! 
He vivido momentos buenos, más o menos y decepcionantes, pero no me rindo, siempre en busca del buen amante, de ese que sabe, sin decirle nada, como te gustan las cosas, como te gusta que te toquen, que te embistan, que no se asusta cuando le digo que me pegue palmadas o que me tire el pelo, que no se enoja porque lo muerdo, ese hombre de mente abierta que no te considera una maraca porque te gusta chuparlo con talento o porque no tienes complejos en la cama y lo gozai rico.

A mis 29 años si he aprendido algo: que los complejos no sirven de nada en la cama. Soy una mujer, que subí de peso, tengo harto poto y mis pechugas ya no están como a los 18, pero como me dijo una vez un amigo con ventaja que tuve "en la cama somos todos iguales, usted sólo muestre su talento" de ahí que chao con acomplejarme y aprendí a pasarlo bien y me reinventé como mujer, asumí que soy caliente, que me gusta el sexo, que prendo con agua y que de vez en cuando tengo sexo casual.

Estuve retirada de las pistas su buen rato por amor, me enamoré de mi mejor amigo (weona) y me hice mierda el corazón, caí en el juego de Ni Contigo pero Sin Ti, esperé, me la jugué, me convertí en su salvavidas personal, le escuché todos sus rollos con esta, en fin, estuve más de lo que debí estar.

Así que mis amigas se pusieron en plan de rescate y hace unos días salimos, en un principio me sentía rara, mucha gente, el olor a cigarro, todo me molestaba, hasta que de lejos sentí que me miraban. Me hice la tonta. Un personaje que me vio media solita me saco a bailar, después bailé con otro y así se fue prendiendo la noche, pero a mí me miraba él, hasta que llegó a mi lado y me dijo "hasta que te pillé solita" me agarró sin decir nada más y me llevó a un rincón. Bailamos salsa apretaditos, uff como se movía ese hombre!!! me calenté de una, a los cinco minutos ya tenía una porno en mi cabeza, lo miré a los ojos sin decir nada, él me sonreía y seguíamos bailando, luego vino el momento de decir lo mínimo de nosotros, las preguntas obvias y terminó la música, ahí fui yo la que le propuse seguir, esto no se puede terminar aquí, él me dijo tienes razón yo sé dónde ir. 

Tomamos un taxi y en 5 minutos estábamos fuera de un motel, entramos y en menos de 5 minutos estábamos tocándonos como enfermos, me tenía aprisionada contra la pared, sentía su paquete que me clavaba en mi entrepierna, me chupaba los senos suavecito, me tocaba delicadamente, pero calentón súper calentón, me respiraba al oído, me mordía el cuello. Yo a esas alturas estaba por estallar, me sentía hirviendo. 

De un momento a otro estábamos desnudos, él haciéndome un sexo oral increíble, yo también hice lo mío porque me gusta hacerlo no tengo rollos con eso, lo escuchaba gemir y 

más me calentaba, tenía un pene rico, gruesecito, me miraba en el espejo que había en un costado y me decía a mí misma “cómo nos podemos castrar tanto a veces, cómo podemos ser tan idiotas para cegarnos y dejar de ser nosotras, dejar de sentir esto que es tan rico”. Me dejé bajar el ego de una manera estúpida, me hicieron sentir tan poco mujer. 

Pero ahí estaba Yo, de nuevo en las pistas sintiéndome una diva sexual, llevando a un hombre al punto máximo de excitación, estábamos locos de placer, me monté y me movía suavecito, ondulante, él me decía cosas al oído, lo rico que lo sentía, cambiamos varias veces de posición, él sabía exactamente lo que tenía que hacer, fue una química espontánea, terminamos en un orgasmo exquisito y sugiriendo un nuevo encuentro porque según él... tenemos fiesta y diversión para rato...

 

viernes, 12 de junio de 2015

Sexo con porno


Creo que casi nadie se ha liberado de la tentación de hacerlo, pero lo confieso, fue una experiencia que me encantó y que poco he realizado a pesar de haber vivido tantas andanzas (o aventuras)...
pero es que el calor del momento ha sido suficiente y me ha bastado para el sexo aunque el estímulo que otorga el video porno en el acto mismo es una maravilla, yo había tenido sexo con porno a la vista pero sola pues muchas veces me masturbé en mi habitación gozando como nadie de esos momentos que solo te da el climax en solitario... y fue en una de esas que el compañero de turno pasa al olvido pero la experiencia queda que se piensa "Estuvo buena"... cuando el chico me calentaba ahí no más, no es que fuera malo, es que una andaba poco ganosa y las ganas se cultivan como las flores que requieren cuidado, agüita, abono y la cantidad justa de solcito para que den una flor de esas que da gusto ver, lo mismo pasa con el deseo sexual y si el estrés de lo que le toca vivir a uno lo consume entonces hay que buscar soluciones y alternativas porque "no se puede vivir sin amor" como decía Síndrome, cantante chileno ochentero sino dejamos de ser... y es así como yo soy una mujer de esas diferente que no se conforma con hacerlo sin gozar de verdad (¿fingir? no way!!) es que quise ver una movie xxx en el laptop del susodicho que me miró con ojos de plato pero sin decir nunca la palabra "no" además que el tipo estaba listo y era yo la que estaba con sed así que busqué en página regalonas de esas que una se sabe de memoria (porque no hay donde más guardarlas) y la web para ver qué era lo nuevo que tenía que ofrecer, la oferta porno es nutrida e incansable por lo que es fácil dar con el gusto del cliente... no le pregunté a él qué quería ver, busqué para mí y encontré lo que mi mente revolucionara gritaba y click!! estuve lista en menos de 5 minutos mientras miraba y él se frotaba contra mi excitado (con condón, claro está) y dije "Estoy lista" con voz de leona y me avalancé contra él sin apartar ni un solo segundo la vista del laptop... debe ser por eso que no recuerdo al susodicho... y estando sobre él, porque quise esa posición para disfrutar mejor de las imágenes, es que me fui en otros 5 minutos porque el cerebro jugó un papel primordial en la visualización de las imágenes y fue algo más mental que físico y ¡puchas que estuvo rico! no voy a negar que mi cuerpo lo disfrutó, of course, y tuve un orgasmo de esos exquisitos más atribuibles a una que al compañero pero la imagen me excitó a ese nivel y estar usando la mente al mismo tiempo pensando en xxx es una delicia y no es lo mismo que hacerlo con alguien pensando en porno que verlo... no es lo mismo. Yo creo que es una experiencia que vale la pena aunque suene fome pero uds no saben las trabas que tienen las féminas con el tema xxx, 
si basta con que mencionen la palabra "porno" para que se erizen como gatos, es cierto que las movies xxx son atribuidas al sexo masculino pero en mi caso y en el de las mujeres liberales es, secretamente, una maravilla para levantar la libido del espectador ¿por qué secretamente? porque socialmente es bueno decir que las actrices sufren explotación sexual y, prácticamente, son víctimas de la industria pero ¿han visto el "Show de Katie Morgan"? ella es actriz porno y sale como vino al mundo en un programa del HBO a las 2.00 am, entrevistas en Pornocopia, Gigolós y La Casa de las Gatitas nos dicen que son personas adultas que han optado libremente por ese estilo de vida... no confundir con la trata de personas ni las redes de explotación que es otra cosa... acá solo escribo del porno, ese que vemos en la web solitos o en pareja... yo lo recomiendo y me ha gustado mucho.

jueves, 11 de junio de 2015

Química: Adictiva amistad

La cosa de la química es extraña. Puede darse la primera vez que te ves con un hombre o puede darse en cualquier momento. No hay reglas. No hay luces. Sólo lo sientes… en tus pezones, en tu entrepierna, en tus mejillas, en tus manos. Sientes cómo se mojan tus calzones, como tus tetas amenazan con escaparse de tus sostenes…

Nos conocíamos hace tiempo. De un día para otro comenzamos a hablar y mucho y descubrimos que teníamos muchas cosas en común. Nuestras conversaciones cambiaban de objeto desde política a pelambres en general y a sexo: cómo te gusta? Haces tal cosa? Me encanta que me hagan esto… la imaginación corría a mil y nos quedábamos hasta altas horas de la noche envueltos en una especie de libro, donde la descripción lo era todo.

Nos demoramos mucho, quizás demasiado. El tiempo siempre ha sido un problema. No es que estemos a destiempo, es que el juego es entretenido. Nos juntamos en un restaurant, tomamos una botella de vino, pedimos algo para comer… conversamos, conversamos y nos reímos. Otra botella y ya sentía los efectos en mi entrepierna, quejumbrosa, mojada. El vino me calienta, me prende; tiene conexión directa con mi entrepierna y cuando lo bebo, siento cómo me mojo y me excito. Se cambió de lugar, se puso a mi lado, me tomó y me besó. Apasionadamente. Fuertemente… “vámonos a mi hotel”.

Tomamos un taxi, es pudoroso, pensé que me iba a tocar, agarrar, saborear, algo, mientras llegábamos. Nada. Entramos a su hotel y me puso en la muralla, de espaldas a él. Sentí su erección arrancando de su pantalón. Sus manos se alocaron y comenzó a tocarme, a conocerme, a medirme, a sentirme.


Nos lanzamos en su cama y nos desvestimos con prisa. El tiempo ya lo era todo y la desesperación se apoderaba de nuestras manos. Le saqué el pantalón a tirones y le agarré el pene con fuerza. Era de considerable tamaño (raramente jamás nos mandamos fotos, quizás por el pudor de ya conocernos, por lo que era “el momento de la verdad”)nada mal! Mi boca y mis manos hicieron su trabajo. Mi lengua escalaba su miembro cual Everest, sin perderse ningún lugar. Mis manos y mi lengua recorrieron desde los testículos al glande. Jadeaba. Veía su cara de placer. Tengo una fijación con ver la cara de mi amante cuando le hago sexo oral, es de las cosas que más me prenden y me calientan. Mientras el pene está en tu boca o tus manos, eres dueña del momento.

Escalé al macho cuál animal en celo. Llegué a su boca y metí mi lengua con desesperación. Quedé sobre él, a disposición para el primer embiste. Llevaba varios meses sin tirar, pero mi cuerpo se amoldó a la perfección. Se puso arriba, me tomaba las piernas para dar mayor profundidad. Estuvimos largo rato, él me embestía y me chupaba los pezones. Yo lo besaba, le mordía la oreja, le rasguñaba la espalda. Ponía una de mis piernas en su espalda por la cintura y la otra yo la bajaba en perfecto horizontal a mi cuerpo para que su pene entrara con mayor fricción en mi vagina. Se salía y me hacía sexo oral… su lengua… su lengua era maravillosa en mi clítoris. Me hacía llegar rápidamente al orgasmo y volvía a embestirme. Eyaculaba y quedaba encima de mí. Me gusta sentir el peso del macho que me acabo de tirar, me gusta sentirlo adentro por un rato luego que acaba.

Descansábamos y volvíamos a la carga. Me dio vuelta y de mi escuchó un “mételo dónde quieras”. Su erección se abrió camino en mi culo, mientras me levantaba un poco por las caderas. Una de mis manos fue a apoyarse en el respaldo de la cama y otra en mi clítoris. Fuerte, fuerte, lento, lento. Su ritmo nos hizo acabar con violencia mientras su cama golpeteaba contra la pared.

No me dejó, mi pobre clítoris no quería más guerra pero a él no me importó. Me dio vuelta nuevamente y me dejó acostada de espaldas en la cama, mirando hacia arriba. Se puso entre mis piernas y con un dedo comenzó a masturbarme mientras su lengua nuevamente se apoderaba de mi deseo. Dos dedos. Entraban y salían. Sin fuerza. Sin prisa. Me hizo disfrutar. Un grito ahogado, que más se pareció a un quejido, se escapó de mi garganta. Estaba agotada. Él también.

No dormimos… quizás sí dormitamos… no lo sé… perdí la noción del tiempo.
Hicimos de todo… nos tocamos por cada rincón… nos reconocimos lunares… nos besamos completos… los olores propios del sexo y del otro nos intoxicaron, los sabores en nuestros labios. Mis pezones fueron de él. Su pene mío. Su espalda quedó con mis uñas.


Un café, una conversación intrascendente, un hasta luego. Me vestí. Me fui. Tan amigos como siempre. Vuelta al coqueteo solapado. Al leer entre líneas. Al decir sin decir.

Mi conclusión: Adictivo. No repetible. Adictivo. Si repetible. 

Mucho tiempo después lo repetimos, nuestras palabras nos alcanzaron. Con más prisa. Sin más preámbulo que un café y una conversación. Mentiría si no dijera que quiero volver a tirármelo. Quizás en un tiempo más. Cuando tengamos suficiente preámbulo, porque el juego y la coquetería es parte de nuestra interacción. 


texto de las perversas


lunes, 8 de junio de 2015

NUESTRO GRANDIOSO PUNTO G



Catalogado como un tema ‘tabú’ hasta hace algún tiempo, hoy en día las mujeres tenemos el absoluto y total derecho de disfrutar del sexo tan o más que los hombres, por lo que ellos deben entender que no se trata de una penetración cotidiana que aplaque sus ansías carnales sino que –por el contrario- satisfaga nuestro apetito sexual que, como es normal, todas las mujeres poseemos.



Es en esta lucha de igualdades sexuales que se comenzó a hablar del tan conocido, y poco identificado, Punto G; mucho se habla de este generoso y placenterísimo pico sexual que tenemos las mujeres, y que si es estimulado adecuadamente nos lleva de manera gloriosa a hallar el éxtasis tan deseado en una relación sexual.



Pero resulta bastante jocoso ver cuando algún pésimo amante asume poses de galán experimentado y se empeña ardorosamente en encontrar nuestro Punto G, jeje… es lo que nos provoca decir en algunas ocasiones, ya que en vez de llevarnos a la embriaguez sexual pasamos al aburrimiento coital de manera vertiginosa.


Y es en este afán que muchas de nosotras nos hemos topado con amantes que en vez de estimular nuestro libido carnal a través del Punto G lo que provocan es terminar inmediatamente, hombres (o mujeres) que equivocadamente asumen que ‘tener sexo’ es una simple maniobra donde se nos penetra y punto, pues no, hoy en día las mujeres queremos el máximo disfrute sexual.



Quien de nosotras no se ha topado con amantes preocupados más en su satisfacción que en la nuestra, o quizás con quienes en su mejor esmero por ‘saciarnos’ y hacernos llegar a la gloria a través de nuestro Punto G hacen todo al revés y nos provocan frases como ‘contigo nunca más’… podríamos nombrar algunos casos:


El amante de pene grande, que por tenerlo proporcionalmente atractivo cree que bastará con penetrarnos y ya, lo encontró!!!! ‘no papito, así no es’;



Tenemos al amante empeñoso (que muchas veces es aquel que lo tiene chico) y que se esmera incansablemente para –a través de manos, dedos y hasta lengua- dar con nuestro punto exacto, aunque muchas veces, en su afán de encontrarlo toma un rumbo equivocado al ideal lo que provoca que le digamos ‘ya déjalo, probemos otra cosa’;


También está el amante temeroso, que es el que se enfoca tanto en encontrarlo que se olvida de todo lo demás, lo peor es que ni siquiera sabe donde queda exactamente nuestro Punto G y pasa tanto tiempo buscándolo que nuestras ansías amatorias iniciales son reducidas velozmente a la mínima expresión, ‘mejor yo te digo dónde está’;



El amante apurado, que tantas son sus ganas por penetrarte que va ‘de frente al grano’, sin estimularte ni nada, ‘y yo? Me falta terminar’;


El amante perezoso, el que quiere que una le haga todo porque él anda cansado pero igual quiere sexo ‘puedes subir tú???’;

Y podríamos seguir incansablemente nombrando a los tipos de amantes empeñados en hallar nuestro Punto G, ese G que para nuestro gozo nos parece gracioso lo que nos garantiza el goce sexual y nos lleva a la gloria amatoria, nos hace gritar al ser tan gratificante y nos concede gusto, gracia y gratitud por darnos tanto placer.



Primero que todo, es imprescindible que nosotras  misma conozcas donde queda tu Punto G, a ver, según he leído de los entendidos, y luego he comprobado personalísimamente, debes estar completamente excitada, sino no lo hallarás, una vez que estés en ese máximo estado debes concentrarte en la parte interior de tu vagina, una vez allí deben ir hacia la pared del abdomen a través del interior de la vagina, más específicamente, la pared vaginal… ahí sentirás una zona medio esponjosa, algo rara… ese mismo es tu Punto G, que maravilla!



Mujer, ahora que ya sabes donde encontrar tu Punto G, guía a tu amante, no importa si éste es ocasional o es el oficial, la idea es que disfrutes lo más que puedas, pero ojo que no todas las mujeres lo disfrutamos tanto como se supone debería ser, para un gran número de nuestras congéneres el Punto G pasa desapercibido y es en su clítoris donde encuentran su éxtasis total.

Y no te preocupes por ellos, ya que los hombres también poseen un Punto G, del cual hablaremos próximamente.
Ahora, tú y tu Punto G… A disfrutar!!!!




domingo, 7 de junio de 2015

Mis orgasmos, tras orgasmos....


En la fría noche deje que mi mente viajo a la reunión de sus palabras tratando de escuchar su voz como yo un pensamiento entre los susurros nocturnos, viajo por todos los escenarios descritos, imagino para usted y para mi tanto deleite, dejo este visión guió mis movimientos recorrieron mi cuerpo como si fuera usted, como si el descubrimiento de mi cuerpo fuera de su pecho de partida en caricias suaves, movimiento circular, el frío causando por la estimulacion, apretar, tirar, caricia, una mano hacia abajo el vientre, la humedad ambiente, mis piernas que se abren, el cuerpo tiembla, las rejillas de ventilación de calor, el sexo espera sin demora....caliente, dedos húmedos se deslizan primero las caricias del extienden del momento, después de un dedo entre y luego otro exigir ese momento que me vuelve loca... el ir y venir de los dedos, por otro lado juega con los pezones tiesos espeluznante... la velocidad de movimiento y y los orgasmos como se esperaba, el néctar que mueve la voluntad de continuar con el deseo de echar un vistazo a todos estos momentos, todo mis movimientos.... llega un orgasmo, siento el calor que flota entra mi vientre, que recorre todo mi cuerpo, sigo flotando, moviendo con movimiento circulares, presiono mi clitoris, siento mas intenso el espasmos, quiero mas y sigo dando movimiento... no para... llega el un orgasmos, mas intenso, con ganas de explotar, salir el néctar que de mi sexo... sigue el orgasmo, mi respiración agitada, sudor en el cuerpo, sigue, no paro, mas orgasmo.... 

viernes, 5 de junio de 2015

¡Hay Ninfómanas?



¿Cuál es la ninfomanía? Cuentan las crónicas que es todo lo que hay en la obsesión femenina con el sexo. Es pensar que una mujer con la ninfomanía quería tener actos sexuales de forma continua, pero la realidad muestra que no tiene ninguna conexión con este mito.

Dicen las mismas fuentes que la ninfomanía se atribuye a los actos espontáneos o un alto nivel de deseo y fantasías sexuales con mayor frecuencia sexual, compulsividad en el acto y el control inadecuado de los impulsos sexuales añadiendo algún sufrimiento. (No estoy de acuerdo ...)

De hecho, creo que hay mujeres con un apetito sexual incontrolable, insaciables y ligeramente compulsivos. Pero estos matices están bien catalogados, definidos y asignados, serán, tal vez, las mujeres Llame (DSH) deseo sexual hiperactivo.(Insaciable..., jajaja). No creo que el menor es un trastorno de naturaleza psicológica, ni son razones biológicas para explicar esta supuesta desviación 
Frente a estos comportamientos, creo, sin duda, que no hay mujeres ninfómanas, es pura leyenda, yo diría que es una imaginación fértil de los hombres ...

Entonces asesora y reitera que es demasiado obvio: no hay mujeres ninfómanas, sí ... hay mujeres "alimentos malos", es decir hombres que no sirve ¿no?

.

Tal vez: ¿Fantasía o realidad?


Sí me lo pides; te lo cuento; vete

entrando en calor.


¿Fantasía o realidad?

Hoy toca de nuevo adivinar.

miércoles, 3 de junio de 2015

carta a una amante infiel



Me gusta cómo va surgiendo todo entre nosotros.
Esta fue la segunda vez, nuestra segunda vez. Y tu segunda vez.
Empezaste conmigo, y aún a pesar de que has tenido una aventura con alguien más, no ha sido lo mismo. Fue tan solo un contacto sexual, una felación. Ni tuviste el placer de sentir unas manos sobre tu cuerpo.
Diste con un egoísta, con alguien que tan solo buscaba su propia satisfacción.
Y te sentiste sucia, utilizada. Por eso hemos vuelto a estar juntos. Recibí tu insinuación y acepté, te seguí el juego.
Porque me apeteces, y mucho.
Porque eres especial, en muchas cosas.
Porque el sexo por el sexo no es mi estilo. Ni el tuyo.
Tú querías probarlo, y así lo hicimos en nuestro primer encuentro.
Pero ahora quieres más, más juego. Y yo sé por dónde llevarte.
Poco a poco te desnudo, te miro, me coloco encima de ti. Acaricio tu cabello, lo peino.
Tú me pides que lo haga, que te posea, que lo quieres.
Y yo juego, con la punta de mi sexo acariciando el tuyo, percibiendo su calor, su palpitar…
Y sonrío. Y sonríes, Juegas, quieres, esperas, das.
Pero, cuando de golpe, entro hasta el fondo de ti, un gemido intenso brota de tu garganta, antes de empezar el jadeo de tu cuerpo y de tu mente.
Y nos enzarzamos en un vaivén frenético, alocado, intenso, exquisito, profundo, y lleno de pasión.
Mi cuerpo se arquea, se levanta, baja, se mueve en círculos, y mi sexo profundiza en tus adentros.
Y llenamos el ambiente de gemidos incontrolados.
Es entonces cuando te pido que le llames. Y tú, sonríes. No sabes,
dudas. Pero es lo que en el fondo quieres.
Quieres tú y quiere él.
Porque él lo sabe, sabe que estás conmigo.
Porque él también juega, lo quiere, te empuja a mis brazos.
Después a su modo, en su fantasía hecha realidad, “te dará tu merecido”.
Sin dolor y sin locuras. Con mucho respeto. Y mucho morbo.
Oigo su voz, pones el manos libres y le dices lo que estás haciendo:


-“¿No es lo que querías? Te estoy poniendo los cuernos. Y hoy me lo
voy a llevar, me llevaré mi mejor corrida en mucho tiempo”-

Me dirijo a él entre gemidos, entre vaivenes, entre empujones dentro
de tu cuerpo.
Y le cuento, que estoy contigo, que eres especial, excelente amante,
mujer casi perfecta, que me gustas, que lo estoy haciendo contigo.
Y a él se le oye respirar agitado, sudoroso tal vez.
Apenas atina a enlazar las frases, está excitado y nervioso.

-“Dale su merecido, pero… cúidamela”-

Con voz trémula ha acertado a conjugar esa frase.
Le respondo con voz templada, aguantando mi propia excitación, que esté tranquilo, que te respeto muchísimo y que te ha dado con una persona con la que tal vez pueda alcanzar todo el morbo de nosotros deseamos y fantasías.
Le hablo despacio, entre envite y envite, que él siente, que aprecia por el tono de mi voz, y que sabe que cada gemido se corresponde con una penetración dentro de ti.
Le propongo que tal vez la próxima sea un trío.

-“No sé si estoy ya preparado para esto”- responde con voz trémula.

Le ofrezco que escoja donde quiere que me vierta. En tu sexo, en tu ano, o en tu boca.
Duda, no sabe, no dice. Pero se excita aún más, y suspira.
Es entonces cuando tú cuelgas. No sin antes decirle que piensas en él y que le vas a dedicar tu orgasmo.
Seguimos los dos. En múltiples posturas.
Te muestras rebelde. Me cabalgas y me dices que no te pida nada, que cuando yo diga “no” será que “sí”.
Y entonces comprendo. Entiendo el juego.
Y te exijo que no te corras aún, que aguantes, que no te deshagas.


Y mientras mi voz te grita suavemente mis exigencias, te envuelven los estertores de un orgasmo intenso, que convulsiona todo tu espléndido cuerpo de mujer.
Y yo me recreo, (con mis manos en tus caderas, ayudándote en el vaivén,) en ver como tus pechos bambolean. Esos senos firmes, con sus pezones erectos, rodeados por esas aureolas sonrosadas que miran hacia arriba, atrevidos, osados, esperando que mi boca los succione.

De nuevo estás debajo de mí, y yo encima.
Hemos llegado hasta esta posición en un juego travieso de revolcones por toda la cama.
Y al mirarte me sonrío. Me lleno el espíritu con tu cara radiante de deseo otra vez.
Te aviso y me acabo. Mi cuerpo se estremece una, dos, y muchas veces más. En un desbocado afán de exprimir todo mi jugo y derramarlo en tus adentros,
Tu sexo también se convulsiona y late sobre el mío.
Y nos abrazamos.
Nos besamos largo y tendido, ahora ya sin la presión de la pasión, con mucha más dulzura.
Cuando me salgo de ti, para tenderme a tu lado y acariciar tu cuerpo con mis dedos, un suspiro largo sale de tu boca, mientras me describes la sensación que te produce sentir como un río de semen sale de tu sexo para deslizarse entre tus muslos y llegar hasta la entrada de tu culito.
Me miras y me dices con cara de niña asustada que eres virgen por detrás…
Te acaricio y te digo que no temas, que cuando hagamos el trío, sabré tratarte como te mereces, y que con mucho cariño y la ayuda de algún aceite, las cosas van a ser muy placenteras.


Le sigue a toda esta acción un buen rato de confesiones mutuas, para conocernos mejor.
Es el mejor síntoma de confianza, y el argumentario que descubre muchas cosas, muchas conductas en ambos.
El pasado, la infancia, la juventud, la vida…

El tiempo se nos echa encima, y debemos marchar.
Pero en tu cabeza y en la mía queda esa imagen de tu cuerpo entre los de tu pareja y el mío.
Tú percibes e intentas adivinar la sensación de sentirte penetrada por ambos lados.
Pero eso será otro día

lunes, 1 de junio de 2015

Sexo en Vivo


Hace años atrás, en mi recorrido por el infierno, estaba en compañía de una persona que me acompañaba esos días cuando fuimos a uno de los pub especiales que hay en la ciudad, son de esos lugares que no se pueden publicitar, que solo conocemos los que hemos decidido entrar a este estilo de vida, donde el dato se pasa de boca en boca solo cuando hay confianza y se entra con clave cuando le guardia en la entrada pregunta ... bueno, la cosa es que fuimos a uno de ellos, y como soy muy linda, capte la atención de los miembros del sexo masculino en cuanto entre ... 
no había ido con ropa común y corriente, me había puesto ropa apretada para destacar mis virtudes ... llegamos tarde, entrada la noche, era fin de semana ... todos los que estábamos en ese lugar íbamos con el mismo objetivo: conocer, entablar conversaciones, y su había enganche, disfrutar de un buen polvo, podía ser en el mismo lugar o en otro concertado, todo dependía de quienes hicieran la cita ... nos tomamos unos tragos con mi acompañante, y dijeron que habría sexo en vivo ... era la primera vez que ambos veríamos sexo en vivo, y entusiasmados, fuimos a la sala donde se realizaría el show pues estos lugares cuentan con distintas ambientaciones dependiendo del tipo de actividad que los asistentes desea realizar ... nos ubicamos en buen lugar y esperamos, emocionados, la visualización del espectáculo ... empezó una chica con la nada de ropa a bailar, solo algo similar a ropa interior, no era lo más lindo del mundo, de hecho, yo diría que era una chilena más, pero bailaba bien, el salón estaba lleno de hombres y mujeres que observaban en silencio el acto de la joven, ella empezó a sacarse las prendas una a una y se acercaba a los espectadores bailando eroticamente, quienes la acariciaban en donde pudieran ... me llamó la atención que sólo los hombres lo hacían, las mujeres no la tocaron, y eso era extraño viniendo de ellas pues la mayoría son declaradas bisexuales y varias de ellas, ya amigas en la complicidad de anonimato, me habían contado sus andanzas e incursiones lèsbicas ... pero no tocaron a la chica, tal vez porque no era linda del todo o tal vez por prudencia ... debo destacar que en estos mundos hay 3 cosas que son sagradas y que por nada se quiebran:

*el consumo de drogas está prohibido
*todo acto tiene que ser consensuado y consentido
*condón ante todo

La cosa es que ella bailaba hasta que quedó desnuda al 100%, era pechugona y nada especial, el chico con el que tendría sexo llegó después, bailando con ella al son de la música, erótica, muy guapo, tipo dominicano, muy buen cuerpo ... ella le practicó sexo oral y su miembro se activó de manera inmediata dejándonos a todas las mujeres presentes impresionadas con su tamaño ... y aunque lo nieguen, repitan una y otra vez que no es importante el tamaño y que solo vale como se usa, en mi caso personal es una vil mentira,

he estado con hombres que la tienen de todos los tamaños y grosores, y aunque he disfrutado con todos, los mayores placeres me lo han dado los que lo tienen grande y grueso, por sobre la media de los chilenos, es decir, aquellos que lo tienen con un tamaño superior a 16 cm ... pero volvamos al sexo en vivo ... el chico, que no era chico, sino un hombre negro muy bello, nos dejó a todas boquiabiertas, y de seguro que húmedas, al menos en mi caso lo fue porque me pase miles de imágenes mentales con tremendo semental, pero prudentemente, nadie dijo nada de nada, solo observamos extasiadas al muchacho, el sexo oral no fue largo, fue más bien corto, al son de la música, luego ella se acostó en el suelo y él se colocó encima pero practicamente no la tocó, apoyó sus manos y pies en el suelo, y la penetró una, y otra, y otra vez, en realidad, muy poco y siempre siguiendo el ritmo de la música ... después le levantó las piernas y la penetró de nuevo pocas veces, la puso de pie y se lo hizo contra la pared, luego a lo perrito ... en fin, todos callados, con los ojos abiertos a más no poder, los miró y me dio risa las caras que vi, mi acompañante también rió al ver las caras de los demás ... como sucede en las películas porno y como tanto les gusta a los miembros del sexo masculino, yo no comparto ese placer remitiéndose exclusivamente al sexo masculino, el chico terminó en la cara de la joven ... pero irresponsable-mente no usaron condón ... ¿o si? ya no me acuerdo del todo, fue hace años ... en fin, la cosa es que él terminó, ella no tuvo orgasmos, cuando él terminó, recogió su ropa y se fue ... y todos quedaron con las hormonas alteradas ... el animador llegó y dio el pie para hacer lo que se quisiera de manera responsable y respetando los espacios especiales destinados para cada fin, cosa que siempre se han hecho, y yo, como soy una declarada voyerista, quise ir a los 3 cuartos especiales destinados al sexo: el primero iluminado total , con sofás, donde había una pareja haciéndose sexo oral (él a ella) y fue harto fome para los que pasamos por ahí, el segundo era a medias, con sofás y una mesa de centro donde llegaron 
4 personas totalmente absortos en ellos, 2 chicas besándose locamente y muy bellas por lo demás, y sus 2 acompañantes del sexo masculino observando embobados como ellas empezaban a tener sexo entre sí, uno de ellos no aguantó y empezó practicarle sexo oral a una de las chicas, estaban encima de la mesa de centro que era acolchada; y el tercer cuarto totalmente a oscuras donde había más gente y donde se escuchaba de todo, quejidos de placer, sonidos de ropa escurriendo, aromas a sexo implícito, corridas, etc ... muchas cosas, muy alucinantes, muy estimulantes, más que las demás, al menos para mí, logré visualizar a una pareja en ese cuarto oscuro favorito por la gran mayoría, él estaba sentado en un sofá, ella sentada sobre él totalmente desnuda y dándole la espalda, le gustaba mucho, se notaba y se sentía su gusto, fue muy rico y desee tener esa capacidad por esos segundos, pero en verdad es que no la anhelo ni deseo, no funciono con espectadores, me inhibe, me cuesta, funciono en otros ambientes ... mi acompañante, consciente de que yo no puedo tener sexo públicamente, no me presionó y respetó mi forma de ser, pero quiso mirar y yo no objeté, obvio, me gustaba ... y así estuvimos un rato hasta que nos fuimos a la pista de baile donde había gente bailando y después se iba a los cuartos a interactuar entre ellos ... cruzamos las miradas con varios, en esos lugares las mujeres escogemos, y tuve varios guapos candidatos donde elegir, si hubiera dado el "vamos" ellos habrían accedido (era que no) pero no era mi ambiente para hacerlo, si para mirar y gozar visualmente del placer ajeno, placer que también es muy estimulante para mí, siempre y cuando yo no participe más que como una simple espectadora (voyerista) ... y se aprende y se goza mucho en esos sitios underworld de nuestra capital ... me encanta ... 
en el baile las personas interesadas nos dieron sus tarjetas con sus datos, no laborales, sino sus mail ocultos y secretos donde contactarlos para este tipo de interacción, sus msn, blogs, celulares personales, etc. y los guardamos ... luego de conversar con gente amiga, nos fuimos. Fue una experiencia memorable y la primera vez que veía sexo en vivo, luego en otro sitio lo disfruté visualmente nuevamente, pero fue diferente y lo contaré otro día ... por ahora, puedo decir que una farandulera hace tiempo atrás, trató de implementar el "Teatro de las Sensaciones" en Arena Santiago (idea extranjera y fabulosa), en fiestas con ambientes separados, nunca explicó de lo que se trataba pero recomendaban asistir ... y cuando tuve el billete para comprar mi entrada, el teatro había sido suspendido, el motivo nunca se ha dicho, pero sospecho que por motivos "de ofensas a la moral" (¿qué moral?).

Ojala, Diosito nos haga el favor de que alguna vez se implemente en la ciudad, un Barrio Rojo, seria sensacional, yo iría como todos los que somos adictos al sexo ... pero tendría que ir super oculta y hasta con peluca ... pero lo que viviría ahí, "lo comido y lo bailado", no me lo quitaría nadie ... quisiera ir a las fiestas locas que hacen en el extranjero algún día, en ciudades más libertinas de Europa, donde se puede ver más que lo que he visto aquí ... aun me falta camino por recorrer, eso es seguro, pero todo a su momento, no me gusta apresurar las cosas y menos que me presionen. Bueno, otro día contaré otra experiencia.